La necesidad de ofrecer servicios digitales ha obligado a las empresas a diseñar cuidadosamente la experiencia de sus usuarios, considerando aspectos como la facilidad de uso, la personalización, la privacidad y también la seguridad. Desde el punto de vista de seguridad, uno de los retos mas importantes está asociado a la capacidad de gestionar la identidad de los usuarios.
La necesidad de involucrar la privacidad desde las fases mas tempranas del desarrollo de proyectos o negocios digitales se ha hecho evidente desde la década pasada. Sin embargo, conceptos como el de privacidad por diseño a veces son malinterpretados y asociados erróneamente a tecnologías o soluciones específicas.