Después de haber tratado sin éxito de lograr acceso al crédito en el sistema financiero tradicional o ni siquiera intentarlo, las personas que usan el ‘paga diario’, ven en esta modalidad una manera “fácil y rápida” de obtener un dinero que les ayude a salir de algún apuro inmediato o financiar su negocio.
Si bien no se tienen cifras claras de los recursos o personas que hacen parte de este mecanismo, precisamente por esta condición de informalidad, el Gobierno nacional calcula que son cerca de 10 millones de colombianos los que de alguna manera han usado este sistema que puede llegar a ser peligroso.
Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, asegura que la principal causa del ‘gota a gota’ o ‘paga diario’ es que el acceso al crédito en Colombia “no es tan amplio como todos quisiéramos por cuenta de la alta informalidad de la economía”. Una buena parte de esta situación se debe a la condición de no poder presentar la información que los bancos necesitan para otorgarles un crédito.
Señala que a pesar de que los indicadores de inclusión financiera han avanzado mucho, y el año pasado ya se superó la meta del Plan Nacional de Desarrollo, los mismos reportes de la Banca de las Oportunidades hablaban de que solo 35 % de las personas tiene acceso a productos crediticios. “Ese es uno de los temas en los que como sector tenemos que trabajar: aumentar el crédito para los microempresarios, para los emprendedores, para las mujeres, para los jóvenes”, detalla.
Otra posible causa del ‘paga diario’ también está relacionada con un tema de autoexclusión de las personas, es decir, miedo de acudir a la banca. “Tenemos que trabajar en que la gente tenga confianza de ir al banco”.
Las cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia indican que las tasas de aprobación de los créditos que van a las empresas, incluidas las microempresas, en el país son de 86,1 %. Por eso, la invitación es acudir a un banco para solicitar un crédito.
Así opera el paga diario
Por regla general, al acceder a un crédito por el esquema ‘paga diario’, una persona se compromete a pagar una tasa de interés del 20 % mensual sobre el capital que se presta. A manera de ejemplo, si se prestan $100 mil, el cliente se compromete a pagar $20 mil de interés, lo que da un total de $120 mil entre capital e interés. Como el pago se debe realizar en un mes, se divide la suma total en 30 cuotas que, en el caso del ejemplo, quedarían en $4 mil diarios.
El presidente de Asobancaria explica que los créditos formales son infinitamente más baratos que los de los ‘paga diario’, pues los bancos cobran algo más de 30 % anual por un microcrédito. “Además, hay riesgos incalculables con los ‘gota a gota’, que pueden llegar a poner en peligro su vida, algo que no ocurre de ninguna manera en el sector financiero formal”, advierte.
Estos niveles de intereses no son legales en Colombia. El interés bancario corriente efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario vigente en abril de ese año es de 19,05 % y para microcrédito es de 37,97%. Por su parte, el interés bancario corriente para la modalidad de crédito de consumo de bajo monto es de 30,35 %. La tasa de usura, que la máxima permitida, se sitúa en 28,58 % efectivo anual y para modalidad de microcrédito es de 56,96 % efectivo anual.
Informa que se han desarrollado investigaciones que han llevado a la captura de personas relacionadas con los ‘gota a gota’ o ‘paga diario’ y han determinado que en su mayoría utilizan esta renta ilegal como forma de lavado de activos del tráfico local de estupefacientes. Además, se ha comprobado que existen delitos conexos como el porte ilegal de armas, las amenazas, lesiones personales, entre otros.
La metodología de cobro la mayoría de las veces es igual, utilizando vehículos para el desplazamiento de los cobradores que tienen asignadas rutas de cobro y en ocasiones, estos se hacen con presiones o costreñimiento para obligar el pago del dinero.
“La invitación a quienes se sientan amenazados por los llamados ‘gota a gota’ o ‘paga diario’ es a que denuncien oportunamente; y a quienes tengan información que permita impactar a estructuras dedicadas a esta renta ilegal, que denuncien bajo total reserva a través de la línea 123”, precisa la entidad.
Cambios en el mercado de capitales
Consciente de las dificultades de acceso al sistema financiero de quienes más necesitan de recursos de crédito como son los pequeños y micro empresarios, el Gobierno nacional tramita el proyecto de Ley de Financiamiento para todos ante el Congreso de la República. Su objetivo es dinamizar las alternativas de financiación para todos los colombianos.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, destaca que se busca generar competencia para que haya más actores y beneficios dentro del sistema financiero. Con estos mecanismos de financiación se busca combatir la modalidad del ‘paga diario’, que se considera “un cáncer o una expresión de esclavitud financiera con el que sufren muchos colombianos”, señala. Reitera que la lucha contra esta modalidad comienza con la democratización del acceso al crédito y fortaleciendo el de consumo de bajo monto, que es en promedio de $300 mil.
Se plantean medidas como promover la apertura simplificada de cuentas, extender las fuentes de información para el perfil crediticio y la entrega de garantías por parte del Estado del 90 % para los créditos de consumo de bajo monto con el Fondo Nacional de Garantías.
A esto se sumará un subsidio a la comisión de la garantía para dar mayor facilidad. Se espera que en este proceso participen entidades financieras, Fintech, entidades del sector solidario, programas de crédito de entidades territoriales y otros.
En este proceso es necesario construir inicialmente un historial financiero bien sea con aplicaciones o plataformas transaccionales con productos de depósito a través de los cuales se realicen y reciban pagos.
Contar con una tarjeta de crédito con un cupo que no sea tan alto es una alternativa para crear historial crediticio que le permita acceder a préstamos de bajo monto y en la medida que se cumpla con los pagos mejorará su calificación de crédito en las centrales de riesgo.
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