El ecosistema fintech argentino está en un momento de gran madurez. Crece en cantidad de compañías que se suman al mercado con soluciones en distintos verticales, son el centro de atención de inversores extranjeros y están expandiendo sus negocios a la región y el mundo.
Según datos de Latam Fintech Hub, las financieras digitales latinoamericanas recaudaron un total de us$7.600 millones (us$6.328 M en capital y us$1.270 M en financiamiento de deuda) en 182 rondas durante el primer semestre de 2021.
“Latinoamérica se está posicionando como la región fintech más hot en cuanto a atracción de capital”, asegura a iProUP enfatiza Mariano Biocca, coordinador de la Cámara Argentina de Fintech. Según el ejecutivo, “las inversiones del segundo trimestre fueron casi 12 meses mayores que el mismo período de 2020. El mundo está empezando a ver perspectivas más positivas que también se reflejan en el sector”.
A nivel local, la crisis argentina de base y las complicaciones que trajo la pandemia, no hicieron mella en un mercado que triplicó la cantidad de empresas desde el 2018 hasta alcanzar 268 compañías y recibió inversiones por us$900 millones en lo que va del año.
Diversas variables llevaron a estas startups a convertirse en un boom, fundamentalmente, “por la posibilidad de llegar con servicios financieros a millones de personas subatendidas en la región“, destaca Biocca. Según datos del Banco Mundial, el nivel de bancarización latinoamericano es de apenas el 50% contra el 90% de la Unión Europea.
Allí donde no hay un banco pero si un teléfono celular (88 de cada 100 argentinos) con 3G, las fintech proponen soluciones de pagos digitales, créditos, inversiones, seguros o la compra de criptoactivos. “Las oportunidades que presenta esta gran porción de la sociedad con demandas no atendidas son inmensas, y es una gran posibilidad para ganar mercado, tanto en Argentina como en América Latina”, agrega Biocca.
Para Salvador Calogero, director de expansión de Wenance, el auge del ecosistema es resultado de la maduración del mercado a nivel regional, que fue concentrando cada vez más inversiones que a su vez posibilitaron una mayor especialización y el desarrollo de nuevos segmentos.
“El desempeño del rubro Pagos en el último año y medio ha sido imbatible. También crecen verticales como préstamos o infraestructura, con empresas que ofrecen sistemas y tecnologías que dan soporte a la industria”, explica el ejecutivo. Y añade: “Aún hay muchas cosas atadas a procesos burocráticos, lentos y offline. Ahí es donde van surgiendo empresas que se posicionan”.
“La industria fintech está cada vez más relacionada con la tecnología que con la parte financiera, porque es esta última la que permite llevar a cabo todo lo que se está haciendo”, enfatiza.
De Argentina para el mundo
Pero el ecosistema no vive solo de éxitos locales: la posibilidad de abrir operaciones en nuevos mercados es un paso obligado para seguir creciendo. Según datos del Estudio Ecosistema Argentino 2020 al que accedió iProUP, el 44% de las empresas tiene operaciones en otros países. Sacando las subsidiarias de compañías extranjeras, el porcentaje desciende al 35%.
Biocca destaca que la expansión es un tema clave para el sector. En este sentido, indica que seis de cada diez fintech argentinas ya operan en otro país o tienen previsto hacerlo a corto plazo. A la hora de encarar el desembarco en nuevos mercados, hay dos factores que juegan a favor: tipo de cambio y calidad del capital humano.
Esta combinación hace que sea muy conveniente, no solo atender el mercado local, sino convertir a la Argentina en casa matriz y exportar tecnología a otros países de la región. Por otra parte, al momento de conseguir financiación, para los inversores globales es casi un requisito no negociable que las empresas locales no tengan a Argentina como único mercado.
Para Calogero, otro tema que es clave a la hora de expandirse es la base de experiencia y aprendizaje que aporta emprender un negocio en este país: “Si uno sabe que puede hacer negocios acá, es de esperar que también pueda hacerlos en el resto de los países de Latinoamérica, de manera más sencilla o igual que en Argentina, porque es un mercado que tiene muchos desafíos”.
“Afuera, las fintech argentinas son muy valoradas y sorprende que, más allá del contexto y las dificultades, sean capaces de exportar proyectos que son muy bien vistos en el resto del mundo”.
Matías Bari, CEO y cofundador de SatoshiTango agrega otra variable que juega a favor de la expansión regional y es que, salvo Brasil, en casi toda la región se habla español. Contra la dificultad que puede traer abrirse camino en algún país de Europa, con una lengua completamente diferente, esta es una ventaja interesante para exportar negocios.
Desafíos
Más allá de los puntos a favor, desembarcar en un nuevo país trae aparejado algunas dificultades. “El contexto regulatorio y normativo suele ser uno de los puntos más engorrosos. En ese sentido, es clave entender cuál es el marco de negocios, cómo se organiza el mercado financiero y cómo es el vínculo con las instituciones”, explica Biocca.
Julián Sanclemente, CEO de Alprestamo, el primer marketplace de servicios financieros del país y con operaciones en toda la región, asegura a iProUP que “cada uno de esos nuevos mercados viven realidades diferentes y tienen economías muy diversificadas”.
Para el ejecutivo, “el crecimiento está bueno pero requiere de gran esfuerzo“. Si bien Argentina es un polo de startups, las condiciones no son fáciles, ya que no hay un mercado de crédito fluido. Se sigue mirando a las empresas por su historia, garantías y activos, en vez de hacerlo por su futuro y su potencial. Esto hace que nos tengamos que financiar con capital propio. “Los fondos de capital de riesgo y especializados tienen otra dinámica y está invirtiendo fuerte en compañías del sector, lo que les permite acelerar sus proyectos de crecimiento”, completa.
Para Sanclemente, la expansión permite tener más estabilidad de ingresos basada en la diversificación, además de aprovechar oportunidades que ofrece un mercado con un potencial de crecimiento. “Las fintechs argentinas tenemos una capacidad muy grande para adaptarnos a diferentes escenarios. En ese sentido, contamos con un buen diferencial para expandirnos a la región”, sintetiza.
Por el lado de Wenance, “uno de las claves para internacionalizarse es desarrollar el talento interno. Para eso tiene una “escuelita” en la que ofrece a personas de otras áreas la opción de aprender nuevas habilidades. La firma tiene presencia en Uruguay, España y México y prepara el aterrizaje en Perú. Así, planea seguir avanzando sobre Latinoamérica y Europa, dos mercados relevantes.
“El desafío es enorme y el proceso tiene particularidades en cada lugar, si bien no es diferente al hecho de armar una compañía acá”, opina Bari. Agrega que las fintech argentinas son reconocidas porque cuentan con profesionales muy buenos y por las condiciones que se viven en el país, que los hace pivotear cuando la situación se complica”.
A modo de conclusión, Biocca enfatiza que <<la tecnología puede ser el puente que nos lleve al país que queremos>>. La afirmación es una expresión de deseo, pero también un llamado de atención sobre los emprendedores y el aporte que sus startups están haciendo a la región, llevando soluciones financieras a los que no las tienen y generando empleo. Cualquiera de los dos casos se traduce en beneficios genuinos para la economía y la sociedad.
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