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¿Qué falta por regular en fintech?

Uno de los retos más relevantes para quienes llegan a ocupar la legislatura a partir de julio de 2022, así como para quienes van a conformar el nuevo gobierno a partir de agosto de este año, es seguir impulsando la economía digital y el desarrollo de la tecnología financiera como un motor de inclusión y de crecimiento económico.

Desde Colombia Fintech analizan cuáles pueden llegar a ser los retos por proponer a quienes van a ocupar tan importantes roles tanto en el Congreso como en el Gobierno Nacional:

El país requiere de manera urgente una regulación integral en materia de criptomonedas y criptoactivos. No podemos seguir esperando que el mismo mercado se encargue de definir algunos asuntos tan importantes como lo son el reconocimiento o no de este tipo de activos como instrumentos financieros, cuando estos quieren realizar operaciones con activos virtuales.

Existen importantes conflictos de interés ya detectados por diferentes estudios del Gobierno Nacional y la banca multilateral en materia de pagos digitales que encarecen los pagos a través de medios electrónicos y que hacen que los micro pagos todavía no sean una realidad de nuestro país. Se sigue privilegiando el uso del efectivo o incluso gestando circuitos cerrados que impiden el desarrollo competitivo de los pagos en Colombia.

También se requiere la creación de una categoría jurídica vinculada al crédito digital. En Colombia debe existir claridad sobre los cargos que se le están asignando al consumidor de créditos por medios electrónicos para que se propicien la confianza de todos los interesados en este tipo de instrumentos.

El openbanking necesita de una norma que no solo habilite este tipo de proyectos que permiten compartir datos de los consumidores financieros contando con su autorización y con la guía de protección de los mismos, sino que adicionalmente procure que estos desarrollos sean obligatorios graduales progresivos y que involucren a todos los interesados. Este es un tema de instituciones financieras vigiladas, pero también deben estar presente la fintech y diferentes empresas del sector real.

La identidad digital es un tema fundamental y ya ha tenido gran dispersión de esfuerzos normativos durante los últimos 10 años. Es importante que haya una armonización a nivel de política pública sobre los temas de identidad, autenticación electrónica y firmas a través de medios electrónicos.

Tenemos desde servicios ciudadanos, impulsados en los dos últimos gobiernos, productos vinculados a servicios de certificación digital, que vienen desde hace 20 años, hasta la verificación idónea de los atributos de una persona a través de medios electrónicos para lograr su vinculación a cualquier tipo de producto servicio por medios digitales (onboarding).

Incluso hemos visto la aparición de la cédula digital, donde todavía no tenemos certeza de cuál puede ser su alcance y cuál va a ser la función de la registraduría en la provisión de soluciones de autenticación y firmas electrónicas (como lo pretende el comentado y discutido código electoral).

La industria financiera incluso tiene normas particulares sobre identidad digital, descritas en la circular 29 del año 2019. Necesitamos una política pública clara, uniforme, despegada de intereses económicos de los diferentes proveedores de soluciones pero que permita el desarrollo competitivo de estos. Nuevamente competencia es una palabra clave en este esfuerzo normativo.

Necesitamos transferencias inmediatas inter-operables que permitan habilitar también los pagos electrónicos en el país. Esto es algo que también se encuentra identificado y donde los esfuerzos deberían ser orientados a trabajar junto al Banco Central en una solución que permita tener un sistema de pagos que genere confianza, menores costos y sobre todo cobertura para los diferentes usuarios bancarios que utilizan todo tipo de soluciones financieras de pago electrónico.

Tendremos que darle seguimiento a las iniciativas que se vayan a presentar dentro del denominado SandBox de regulación, que hasta ahora se estrenará en función de las normas que recientemente lo han habilitado en Colombia. Ahí es muy importante revisar la metodología que emplee el supervisor para habilitar la innovación financiera que permita transformar nuestra sociedad.

Finalmente, algo en lo que venimos insistiendo desde hace algunos años: fintech debe ser incluido como un tema importante dentro de los indicadores de inclusión financiera del país. Debe revisarse la metodología y los indicadores que labora el Gobierno Nacional año a año.

ERIK RINCÓN CÁRDENAS | Presidente de Colombia Fintech | presidencia@colombiafintech.co

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