Un estudio realizado por la compañía tecnológica israelí Rapyd reveló que Colombia es uno de los cuatro países de Latinoamérica, junto con Brasil, Argentina y México, que mejor ha adoptado las buenas prácticas de los modelos de pago digital. También se halló que el 91 % de los colombianos estarían dispuestos a solicitar un préstamo a un banco digital.
De acuerdo con la agremiación Colombia Fintech, en el país actualmente existen cerca de 360 empresas que hacen parte de esta industria financiera (fintech), las cuales están generando al año ventas cercanas a los 3 billones de pesos y una empleabilidad de 10.000 puestos de trabajo aproximadamente. Estos profesionales desempeñan actividades relacionadas con el desarrollo y la arquitectura de software, la experiencia de usuario y el soporte al cliente.
Uno de los segmentos de tecnología financiera más usados en el país es el de crédito digital, que tiene cerca de 90 jugadores. Estos entregan crédito a la población no bancarizada, es decir, aquellos que no tienen productos financieros como cuentas de ahorros o de crédito. En los últimos tres años, por ejemplo, en Colombia se han registrado más de 5 millones de créditos digitales, donde en promedio se presta un monto de 500.000 pesos.
Otro de los modelos que más ha tenido acogida es el de pagos digitales: hay 60 empresas y existen 24 millones de billeteras digitales activas.
Jaime Jaramillo, experto en finanzas, señaló que en general las personas tienen menos miedo a la banca digital. Sin embargo, todavía existe un grupo de la población, sobre todo adultos mayores, que está encasillado en el modelo tradicional, porque de alguna manera tienen cierta desconfianza a la hora de entregar sus datos personales a este tipo de bancos. El panorama es muy distinto en la generación de hasta los 30 años, debido a que estas personas crecieron con el tema de la tecnología y la digitalización, y ya se acostumbraron a realizar sus compras por internet: le tienen mucho menos temor a estos modelos.
Los bancos digitales nacieron buscando llenar un vacío en el mercado: llegar a la población no bancarizada. Una de sus grandes ventajas es que simplifica los procedimientos, porque abrir una cuenta o solicitar una tarjeta se demora mucho menos tiempo, entonces hay una mayor agilidad en los trámites. En otras palabras: son soluciones tecnológicas bien diseñadas, con una muy buena experiencia de usuario y muy ágiles y fáciles de usar. Hay plataformas que aprueban créditos en 17 segundos.
Este modelo de banca está construido desde la premisa que todo es digital: no hay oficinas, y los costos son mucho menores frente a los bancos tradicionales en temas de infraestructura y nómina.
Otros puntos a favor, según Juan Huezo, director Senior de Estrategia de Producto de Rapyd, es que funcionan las 24 horas, requieren menos requisitos y permiten a los clientes atender sus necesidades de manera práctica. “La tecnología nos lleva a utilizar formas más seguras y eficientes para comprar y pagar”, dijo Huezo.
¿Y desventaja? De acuerdo con los expertos consultados para este artículo, hay una muy importante a la que le deben apuntar para fortalecer: la falta de confianza de la gente.
Sobre la tasa de interés, Rincón explicó que siempre responde al límite definido en la legislación colombiana, es decir, las empresas fintech respetan las tasas de interés y, además, promueven esquemas de legalización y formalización de las actividades.
“Estamos ante un fenómeno de cambio en el mercado y como todo cambio al principio cuesta, pero en la medida que los clientes usen estos bancos digitales y entienda las ventajas se irá generalizando. Los bancos tradicionales deben cambiar la forma de relacionarse con la gente, ser más cercanos”, señaló el experto Jaramillo.
Ver información original en El Colombiano